Sabores de Alemania en Valencia: tapas que sorprenden
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Tiempo de lectura 9 min
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En un mundo cada vez más globalizado, la comida es una de las formas más emocionantes de acercar culturas. Mi último evento en Valencia me brindó una excelente oportunidad para explorar y compartir la gastronomía alemana de una manera innovadora y adaptada al público español. Este evento especial fue parte de una exposición inmersiva organizada por la Oficina Nacional Alemana de Turismo en España, que puso en valor el patrimonio UNESCO de Alemania.
El reto consistió en reimaginar platos tradicionales alemanes y presentarlos en un formato moderno y atractivo para los asistentes. Mi objetivo principal era destacar la riqueza y sofisticación de la cocina alemana, que muchas veces queda relegada a estereotipos poco favorables. Así, transformé platos icónicos en versiones fingerfood, pequeñas delicias que no solo conquistaran el paladar, sino también la vista, acercando de manera fresca y contemporánea la cocina alemana a la cultura gastronómica de Valencia.
Indice
Cuando se habla de gastronomía alemana, muchas personas fuera de Alemania tienden a asociarla principalmente con la comida rústica, robusta y contundente, que se consume en grandes porciones, acompañada casi siempre de una jarra de cerveza. Sin embargo, esta es solo una faceta de la cocina alemana, y quise mostrar una visión más refinada y moderna.
El formato fingerfood no solo es práctico para eventos sociales, sino que también me permitió ser creativo en la presentación de los platos. Cada receta debía ser lo suficientemente pequeña como para comerse de un solo bocado, pero sin perder la esencia del plato original. Además, estos bocados debían ser visualmente atractivos, fáciles de consumir y, por supuesto, deliciosos. Este enfoque me permitió jugar con los sabores y texturas, reinterpretando los platos alemanes tradicionales de una manera que fuera elegante y accesible.
A continuación, algunos de los clásicos alemanes que reinterpreté en formato fingerfood:
Estos platos no solo capturaron la atención del público por su presentación, sino que también lograron transmitir la autenticidad y el sabor de la cocina alemana en un formato completamente nuevo.
Durante el evento, tuve el placer de conversar con la señora Ulrike Bohnert, directora de la Oficina Nacional Alemana de Turismo en España y Portugal, quien comentó algo que me hizo reflexionar: "La cocina alemana es poco conocida fuera del Oktoberfest, la cerveza y las salchichas". Es cierto que en muchas partes del mundo, la gastronomía alemana está injustamente encasillada en una imagen de platos pesados y bebidas abundantes, cuando en realidad, Alemania tiene una cultura culinaria sumamente diversa y sofisticada.
Los estereotipos culinarios que mencionaba la señora Bohnert no son raros. Muchos piensan en Alemania como la tierra de la cerveza y las salchichas, pero el país cuenta con una tradición culinaria que varía profundamente según la región. Desde los platos ricos y consistentes del sur, como el Schweinsbraten (cerdo asado), hasta las comidas más ligeras y a base de pescado del norte, como el Matjes Hering (arenque en escabeche), la cocina alemana es un reflejo de su geografía y su historia.
La conversación con la señora Bohnert también me llevó a reflexionar sobre mi propio recorrido como chef. Para mí, la cocina alemana es mucho más que una profesión: está profundamente conectada con mis raíces, mis recuerdos y mi identidad. Sin embargo, mi carrera culinaria no se limita solo a Alemania. A lo largo de los años, he tenido la suerte de formarme en diferentes lugares y, gracias a ello, he ampliado mi visión de la gastronomía.
Mi formación formal como chef la completé en Austria, un país que considero mi "tercera patria". En Austria, aprendí no solo las técnicas tradicionales de la cocina alpina, sino también métodos contemporáneos que aún influyen en mi cocina actual. La cocina austriaca es rica en sabores robustos, pero también en matices delicados, lo que me permitió desarrollar un estilo propio que mezcla lo clásico con lo moderno.
Por otro lado, mi experiencia en Suiza también jugó un papel fundamental en mi desarrollo como chef. Trabajé durante varias temporadas en este país, donde la cocina alpina suiza —sencilla pero refinada— terminó de moldear mi identidad culinaria. Alemania, Austria y Suiza son tres países que comparten una base gastronómica común, pero que, a su vez, tienen sus propias especialidades y características. En mis futuros proyectos, me propongo seguir explorando y reinterpretando estas cocinas, acercándolas a una audiencia internacional que aún no ha descubierto todo lo que estos países tienen para ofrecer.
La cocina de Alemania, Austria y Suiza es increíblemente rica y diversa. A continuación, presento algunos de los platos tradicionales que pueden inspirar futuras reinterpretaciones creativas en formato fingerfood para eventos gastronómicos.
Labskaus (Norte de Alemania): Un puré rústico de carne de res cocida, patatas, remolacha y cebolla, generalmente acompañado de un huevo frito y Rollmops (arenque en escabeche). Esta receta podría transformarse en un pequeño bocado de sabor profundo, ideal para un evento de alta cocina.
Flammkuchen (Alsacia/Oeste de Alemania): Similar a una pizza fina, con una base de masa crujiente cubierta con tocino, cebolla y crème fraîche. En formato tapa, este plato puede servirse como pequeñas porciones crocantes, acompañadas de finas hierbas.
Schupfnudeln (Suabia): Fideos de patata servidos con chucrut y panceta. Para eventos, este plato podría convertirse en pequeñas porciones de fideos crujientes con un toque de panceta y crema de chucrut, combinando sabores tradicionales con una presentación moderna.
Kasnocken (Salzburgo): Una versión austriaca de los gnocchi, con queso fundido y cebolla frita. Este plato podría transformarse en pequeñas bolitas de pasta gratinada, con un toque de cebolla caramelizada en cada bocado.
Wiener Saftgulasch (Viena): Gulasch austriaco, hecho con ternera y cebolla, servido en una rica salsa de pimentón. En formato fingerfood, este guiso puede servirse sobre pequeñas rebanadas de pan rústico, con un toque de crema agria para equilibrar los sabores.
Tiroler Gröstl (Tirol): Un plato tradicional de papas fritas con panceta y cebolla, a menudo acompañado de un huevo frito. En versión tapa, podríamos convertir este plato en pequeños montones de papas crujientes, coronados con panceta crujiente y un poco de salsa de mostaza.
Fondue (Suiza occidental): El emblemático queso derretido suizo. Una opción fingerfood sería servir pequeños bocados de pan tostado con un toque de fondue de queso, combinados con encurtidos para un contraste de sabores.
Älplermagronen (Suiza central): Un plato reconfortante hecho de pasta, patatas, crema y queso. En formato tapa, podríamos presentar pequeñas porciones horneadas de esta combinación con un toque de cebolla frita por encima.
Zürcher Geschnetzeltes (Zúrich): Delicadas tiras de ternera cocidas en salsa de nata con champiñones, acompañadas tradicionalmente de rösti. Para eventos, este plato podría transformarse en pequeñas cazuelitas individuales con una base crujiente de rösti.
Los platos tradicionales no solo hablan de los ingredientes y las técnicas de cocina, sino también de la historia y cultura de un lugar. En mi labor como chef, busco siempre mantener un equilibrio entre la autenticidad y la innovación, respetando las raíces de cada receta, pero adaptándola a los gustos y expectativas de un público moderno. Tanto Alemania como Austria y Suiza tienen una herencia gastronómica extraordinaria que, en muchos casos, sigue siendo desconocida o subestimada en la escena culinaria internacional.
La cocina de Alemania, Austria y Suiza ofrece una impresionante variedad de platos tradicionales que son ideales para reinterpretaciones en formato fingerfood. Mi objetivo es seguir explorando y difundiendo estas recetas, mostrando que la cocina germánica puede ser elegante, sofisticada y extremadamente deliciosa. Cada evento es una oportunidad para acercar a los comensales a estos sabores únicos, rompiendo estereotipos y mostrando lo mejor de la gastronomía centroeuropea.
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El servicio de chef privado de Tom Voigt está diseñado para ofrecer una experiencia gastronómica personalizada y exclusiva, ideal para eventos privados y cenas especiales. A continuación, te resumo los aspectos más importantes de cómo funciona su servicio:
Personalización del menú : Tom Voigt trabaja en colaboración con sus clientes para diseñar menús completamente adaptados a sus gustos, preferencias dietéticas y alergias. Los menús se pueden ajustar para incluir platos veganos, vegetarianos, de carne o pescado, siempre garantizando ingredientes frescos y de alta calidad, comprados especialmente para el evento.
Preparación in situ : El chef prepara los platos directamente en la cocina del cliente, comenzando al menos dos horas antes del evento. Se requiere acceso a una cocina bien equipada, con horno, estufa y refrigerador funcionales. También se puede coordinar la renta de equipo adicional si es necesario, por ejemplo, para una barbacoa.
Opciones de menú : Voigt ofrece varios paquetes que varían en precio y contenido. El Menú Clásico comienza en 60 € por persona, mientras que el Menú Gourmet o el Menú Especial pueden llegar hasta los 140 € por persona. Estos incluyen una selección de aperitivos, entrantes y platos principales, que pueden ir acompañados de una recomendación de vinos . Además, hay opciones como cenas románticas para dos o servicios de chef diario para ejecutivos.
Costos adicionales : Los precios del menú no incluyen bebidas, transporte (con un recargo adicional de 60 € hasta 100 km) ni el montaje de la mesa. Este último servicio, si es requerido, tiene un recargo del 30% sobre la factura final.
Asistencia : En eventos pequeños, Voigt suele atender personalmente a los comensales. Sin embargo, para grupos más grandes (de 4 a 20 personas), puede contratar asistentes adicionales, lo que incrementa el coste del servicio.
Con su trayectoria internacional , incluyendo experiencia en eventos VIP, el chef Tom Voigt asegura una atención meticulosa y un servicio exclusivo , perfecto para quienes desean una experiencia culinaria excepcional en la comodidad de su hogar