Para conseguirlo, lo más fácil es quedar (presencial u online) para preguntarle sobre sus preferencias gastronómicas. Suele ser bastante divertido y entretenido (al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta hablar de comida?). Durante la entrevista, le hago unas preguntas claves para hacerme una idea sobre sus gustos y manías culinarias y, como no, de las alergias e intolerancias, si es que las hay.
Ya sea para planear un evento en su casa, para que desarrolle un nuevo concepto para su restaurante, o si necesita un chef privado en su yate o propiedad de lujo… todo es posible y más eficaz con un perfil culinario.